Cada año la Sociedad de Biología Celular de Chile, junto a la empresa Loncotec, premia la mejor imagen en Biología Celular y Molecular. Esta premiación se realiza en el contexto de la Reunión Anual de la Sociedad de Biología Celular de Chile, y en la cual participan una gran cantidad de científicos y científicas de diferentes facultades y universidades del país.
Este 2021, la imagen galardonada con el primer lugar fue la fotografía obtenida por Francisca Rojo, titulada “Expresión del Receptor de Lipoforinas 1 (LpR1) en el cerebro de larva de mosca D. melanogaster”, obtenida en el microscopio Zeiss Airsycan de la Unidad de Microscopía Avanzada. La estudiante del Programa de Doctorado en Ciencias Biológicas mención Biología Celular y Molecular, realiza su tesis bajo la supervisión de la académica María Paz Marzolo y el académico Jorge Campusano, en los laboratorios de Tráfico Intracelular y Señalización, y de Neurogenética de la Conducta, en las dependencias de la Facultad de Ciencias Biológicas de nuestra Universidad.
Francisca se encuentra actualmente en Francia, realizando una estadía de 4 meses. Aún así, tuvimos la oportunidad de conversar con ella y hablar sobre este importante premio:
¿Te tomó por sorpresa el primer lugar? “Sí, pese a que la fotografía con la que gané es mi orgullo personal, vi también el resto de fotografías que estaban participando y todas eran de altísima calidad, con patrones que llaman la atención y que se enfocan en distintas preguntas biológicas relevantes”.
¿Qué es lo que podemos apreciar en la fotografía? “La fotografía corresponde a una imagen representativa del cerebro de larva de la mosca Drosophila melanogaster. En verde se marcan las zonas del cerebro donde se expresa LpR1. En magenta se aprecia Fasciclina II, una proteína altamente expresada en el cuerpo fungiforme de la mosca, lo que permite visualizarlo. El cuerpo fungiforme es una estructura cerebral presente en varios insectos que tiene como principal función conocida el procesamiento y almacenamiento de memoria olfativa. La marca azul corresponde a una tinción con Dapi: este es un compuesto químico fluorescente que se une al DNA, lo que permite marcar los núcleos celulares”, detalla.
El cerebro de larva de una Mosca Drosophila melanogaster, mide aproximadamente 0.5mm. El desafío de Francisca consistió en extraer el cerebro y lograr disectar éste sin dañarlo, lo que le tomó un par de años. Esta foto fue tomada durante la pandemia, entre cuarentenas, y fue parte de los experimentos finales para una publicación científica que se encuentra actualmente en revisión.
¿Te sientes orgullosa de este premio? “Este reconocimiento es un esfuerzo que hacemos todos los días por lograr obtener resultados que nos permitan responder nuestras preguntas biológicas, pero también que esos resultados tengan la mejor calidad posible”.
En estos minutos, Francisca se encuentra realizando una pasantía de investigación en el laboratorio del Dr. Serge Birman en la École supérieure de physique et de chimie industrielles de la Ville de Paris (ESPCI-PLA). Durante la pasantía, trabaja en obtener resultados que le permitan avanzar con su tesis doctoral, y también contribuir con experimentos al laboratorio que la acoge.
“Mi tesis intenta caracterizar las funciones que tienen los receptores de Lipoforinas para la estructura y función del cuerpo fungiforme de D. melanogaster, más allá de un rol en el transporte de lípidos, que es la razón por la que esta familia de proteínas es tan conocida en la literatura. Desde estudios en mamíferos existen antecedentes de que sus proteínas homólogas en estos organismos participan en el correcto desarrollo de estructuras cerebrales, ayudando a posicionar las neuronas correctamente, y en etapas más adultas tendrían un rol en plasticidad neuronal. En mi tesis intento dilucidar si estas funciones se encuentran conservadas en la mosca”, finaliza esta entrevista.