Ensayo de una vacuna probiótica contra helicobacter pylori en el modelo Murino

2015

Un probiótico no ejerce efectos negativos sobre el organismo, sino un beneficio. Se ha visto que tienen la capacidad de modular el sistema inmune, tanto de manera local como sistémica. Por esto se ha planteado utilizar probióticos como vectores de entrega de biomoléculas o vacunas orales vivas, mediante la expresión heteróloga de antígenos.

Entre las patologías que afectan el tracto gastrointestinal humano, son de importancia mundial la gastritis crónica, la úlcera y el cáncer gástrico, relacionadas con la presencia de H. pylori. Esta bacteria infecta al 73% de la población chilena. Es capaz de evadir la respuesta inmune y persistir por décadas, gracias a factores como los PAMPs cuya presentación ocurre con escasa inmuno-genicidad, y son virtualmente indetectables por el sistema inmune innato, paso necesario para la generación de una respuesta inmune específica. Además, H. pylori puede modular otros componentes del sistema inmune. La aparición de cepas resistentes a antibióticos y la alta tasa de reinfección hace necesario nuevos tratamientos.

Se generó cepas acidolácticas que expresan tres antígenos de H. pylori, independientemente o fusionados a PAMPs heterólogos reconocidos por el sistema inmune. Se vacunó ratones con mezclas de estas cepas y se desafió con H. pylori. Solo se logró observar disminución de la colonización con la cepa que expresaba FliC-HP0231.

Se sugiere que la expresión de antígenos en el citoplasma del probiótico limita al sistema inmune para que reaccione de la manera deseada ante la vacunación.

 

  • Nombre: Marco Olmos Mejías
  • Laboratorio:
  • Mención: Genética Molecular y Microbiología